Mi esposa Deanne afirma que cuando voy ganando una partida, me pongo hablador y quiero discutir cada jugada; cuando voy perdiendo, estoy callado, malhumorado, aburrido y pronto “quiero hacer otra cosa”. Ella es lo suficientemente competitiva como para que no pueda negar su observación, ya que perder partidas contra ella es una habilidad que se […] Source: https://atoday.org/dios-es-el-perdedor-mas-grande/