Me gusta jugar a los bolos. Hoy en día, eso no sorprende a nadie, pero en mi adolescencia, a muchos adventistas les habría hecho fruncir el ceño. Por aquel entonces, yo creía que jugar a los bolos era malo. Bueno, tal vez los bolos en sí no eran malos, pero las boleras equivalían a las […] Source: https://atoday.org/reflexiones-sobre-el-bowling-y-la-fe/